- ¿Sabías que una idea puede transformar la existencia de cualquiera que se lo proponga?
- ¿Si? - preguntó la mariposa
- ¡Por supuesto! respondió la oruga
Sino de dónde crees que vienes, tú fuiste la idea de mi amiga la perezosa.
Te contaré, perezosa, que ahora eres tú, llevaba meses solo dejándose llevar por lo que fuera a pasar, no era comunicativa tampoco molestaba a nadie, solo dejaba que su tiempo pasase sin más.
Una mañana, la niña dueña de este jardín, decidió trasladarla a la caja donde estábamos la parlanchina, la apurada y yo, no fue fácil encontrarse con las raras, así nos llama la niña, durante días estuvo en su rinconcito hasta que una tarde se arrimó a probar mi hoja y me habló.
Me preguntó qué podía hacer para cambiar, para ser feliz, a lo que respondí sin dudarlo, que debía hacerse algunas preguntas, Has pensado ¿dónde vas? , Has imaginado ¿qué quieres ser?.
Muchas cosas pasaron en esa caja, risas, llantos, tropezones entre unas y otras, y perezosa seguía en su sitio calentito. Una noche me despertó para decirme que ya sabia lo que quería ser, tan solo quería ser mirada, que gustase su compañía, que descubrieran en ella sus sutiles diferencias y que quería vestir de colores.. Emocionada le dije que había descripto, sin saberlo, su futuro.
Es que muchas no se hacen preguntas, sabes? y pasa esto: sentirse menos como perezosa, así fue como comenzamos a planearte a ti, parlanchina le quedaban días para que su idea saliera por los aires, aún así puso todo su empeño en ayudar a perezosa. La apurada, esa mañana, se vistió de amarillo y marrón, dejando un mensaje que te buscaría en alguna flor.
Perezosa aprendió rápido y feliz algunas ideas:
* Todos en esencia somos iguales
*Si otra puede transformarse, ella también podría
*Que no se trataba de gastar sino de invertir, el tiempo y las comidas eran pensando en la idea
*Y que estar con menos orugas que antes y soñadoras se disfrutaba mejor el aprender a madurar lo que queríamos ser.
Por ello es que eres tan espacial en este jardín, porque quien te ideó no dejó ni un minuto de pensarte.
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